Con el brote de COVID-19, los médicos y enfermeras junto a los equipos de atención sanitaria móvil de World Vision de Afganistán, se ha nquedado en los campos de refugiados del país.

“Asumimos el riesgo”, dice Fariba Mahaki, médico miembro del equipo. “Estamos preparados para ayudar a las personas, especialmente niños y mujeres, para que estén a salvo.” Dedicando su trabajo al futuro de los más vulnerables, estos equipos:

  • Monitorizan niños desnutridos y a aquellos con sistemas inmunes débiles.
  • Entregan kits de higiene y tests, especialmente en los campos sin sistemas sanitarios adecuados.
  • Educan a las comunidades sobre distanciamiento social y medidas higiénicas, ya que muchos viven hacinados.