Es mujer siria, refugiada, casada desde niña, madre, diseñadora y ahora, una poderosa activista.
Conoce a Fatimah.
Fatimah y su familia fueron de los primeros en verse obligados a huir del mortífero conflicto en Siria, huyendo de las zonas rurales de Alepo en 2011. Ha pasado más de la mitad de su vida como refugiada. ¡10 años!
Establecerse en Jordan fue muy difícil, la pérdida de su hogar, la libertad y la esperanza se vieron agravadas por la muerte de su padre pocos años después. Sin dinero ni seguridad, en principio solo había una solución:
“Mi madre se vio obligada a casarme con mi primo para que él pudiera cuidarnos y mantenernos”, dice. Fatimah acababa de llegar a la pubertad ...
Fatimah, que se iba a casa raún siendo niña, se vio obligada a dejar la escuela y no sabía qué esperaban de ella como esposa. Tras un año de matrimonio, se separó de su marido, pero sus familiares no lo permitieron e insistieron en que volviera con él. Entonces Fatimah quedó embarazada y dio a luz a su primer hijo. Desesperada, estuvo a punto de perder toda esperanza.
A pesar del desasosiego que sentía, las cosas cambiaron cuando una amiga le contó sobre un Centro de Apoyo de World Vision donde se ofrecen sesiones de educación y apoyo psicológico para mujeres y niñas.
“Visité el Centro para ver qué servicios de apoyo brindaban y me registré en el club de madres jóvenes. Fue una buena experiencia y aprendí muchas cosas que fortalecieron mi confianza en mí misma”, dice Fatimah.
¿La enseñanza más importante para ella?
“Sentí que existo, que soy una mujer que existe en este mundo. Y aprendí nuevas habilidades de comunicación que mejoraron mucho las relaciones en mi familia”. También regresó a la escuela para continuar con su educación interrumpida. Y ahí surgió la intrépida pasión de Fatimah por la defensa de los derechos de las mujeres y los niños, y el poder de las redes sociales.
Eman es asistente social en el Centro y ha guiado a Fatimah a través del programa. Ella nos explica que fue idea de Fatimah comprometerse con otras mujeres y niñas para acabar con el matrimonio infantil.
“Quería enviar un mensaje a las mujeres que tuvieron una experiencia similar a la suya, viendo qué podían hacer, qué tenían para ofrecer a la sociedad y cuáles son las fortalezas en las que las mujeres en esta situación deberían concentrarse”.
Fatimah se dio cuenta de que los grupos de redes sociales eran una excelente manera de correr la voz y llegar a las niñas no solo de Siria, sino de todo el mundo. En los grupos, advierte a las niñas y mujeres jóvenes para no continuar con las viejas tradiciones y costumbres que fomentan el matrimonio infantil con todas sus terribles consecuencias, desde el abandono escolar hasta el embarazos adolescentes y otras cosas peores.
A pesar de la injusticia y los peligros a los que se ha enfrentado, Fatimah ahora cuenta con un tipo diferente de peligro. Su voz.
Defender los derechos de las mujeres y las niñas, hablar en contra del matrimonio infantil y la importancia de que las niñas completen su educación puede ser extremadamente peligroso en su cultura. Pero Fatimah es inteligente, usa Facebook e Instagram, así conecta con muchas mujeres jóvenes, les ofrece apoyo y les brinda herramientas para recuperarse de situaciones abusivas y tener esperanza en construir un futuro.
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