> "Puede parecer poco pero esto nos ayuda mucho."

605 familias hondureñas de 11 comunidades reciben una bolsa inesperada llena de alimentos esenciales.

Arroz. Una variedad de frijoles. Aceite. Sal. Harina. Alimentos enlatados.

Puede parecer que no ayudaría mucho, pero innumerables mujeres dijeron lo mismo: «Esto realmente ayuda y marcará una gran diferencia. Gracias».

Dale al play y compruébalo tú mismo :)

Esta distribución concreta de alimentos no estaba prevista y tu donación no ha servido para comprarlos, pero ha contribuido a hacerla posible. Fue más o menos así...

Una llamada inesperada.

El personal de World Vision pensó rápido.

Unos cuantos camiones.

Algunas bolsas.

Un registro comunitario.

Muchas manos para clasificar y empaquetar.

Un horario ajustado.

Personal comprometido.

Y luego, la parte alegre...

La entrega de 605 bolsas de alimentos básicos a 11 comunidades.

Entonces, si no compramos toda esa comida y no planeamos esto, ¿quién llamó y cómo sucedió? Sigue desplazándote para averiguarlo

David reparte bolsas de comida en una de las comunidades con las que trabaja. Muchas de las mujeres de este lugar son miembros activos de otras iniciativas de World Vision, como grupos de aprendizaje y ahorro, y sus hijos e hijas también pueden participar en actividades de World Vision, como un club de la paz. El trabajo comunitario está muy conectado y, sobre todo las mujeres, están muy motivadas en hacer todo lo que puedan para ayudar a mejorar el futuro de sus hijos.

En muchos lugares donde trabajamos, las relaciones lo son todo, pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Esto es especialmente cierto en Honduras, donde las bandas luchan por controlar territorios, comunidades y calles.

El equipo se ha dedicado a fomentar las relaciones en algunos de los lugares más violentos y «prohibidos» de Honduras porque los niños y niñas que viven allí merecen construirse un futuro.

En todo el mundo, las necesidades humanitarias aumentan cada año, pero los presupuestos rara vez lo hacen. Afortunadamente, en Honduras, las organizaciones y empresas locales y nacionales quieren contribuir a ayudar a los niños, pero no saben cómo, pero nosotros sí :)

La combinación de nuestras relaciones de confianza, acceso con recursos privados y la buena voluntad, hacen que oportunidades no previstas como esta distribución de alimentos, puedan ocurrir con facilidad.

Esto ocurre ahora porque tu donación ha ayudado al equipo de World Vision a crear asociaciones comunitarias estratégicas. Cuando una empresa u organización local quiere contribuir a ayudar a los niños, sabe que puede llamar al equipo y juntos lo harán posible.

Las asociaciones comunitarias pueden ser de todo tipo. Muchas de ellas se producen cuando una empresa regala artículos o bienes, como el alquiler de un autobús, donuts para la fiesta de fin de curso, alimentos de un proveedor, tutoría de una universidad, etc.

Susana Garcia Ventura

Las asociaciones comunitarias han brindado grandes oportunidades adicionales a los niños y niñasde forma práctica, pero también de hermosas y alegres maneras.

Hay cosas que un presupuesto humanitario simplemente no puede cubrir, pequeñas cosas «extra» como donuts, paseos en autobús, burbujas y piñatas. Cosas que ayudan a los niños a sentirse especiales y a experimentar la alegría y el juego.

El año pasado, nuestras asociaciones comunitarias nos ayudaron de muchas maneras:

  • Fiestas de Navidad del Club de la Paz: cada niño recibió un regalo adecuado a su edad (más de 800 regalos).
  • Alquiler de autobuses y entradas para excursiones (la mayoría de los niños nunca han salido de su comunidad)
  • Curso de psicología profesional para niños y niñas (asociación con la Universidad de Honduras)
  • Día de verano en el parque acuático del Club de la Paz (primer evento de la historia con 400 niños, fuentes de agua y muchos helados)
  • Cesta de Navidad con mucha harina extra
  • Entregas extra de alimentos como ésta

Puede que el equipo sea pequeño, pero sabe cómo aumentar el impacto de tu donación.

Cuantas más asociaciones locales, más llamadas «inesperadas», lo que significa más personas como tú ayudando a los niños y las niñas a sobrevivir, recuperarse y construir un futuro.

¿Qué puedo hacer?

Es fácil sentir que todo es en vano en situaciones como esta, pero puedes estar tranquilo... tú, nosotros, todos juntos, podemos cambiar vidas. ¡Y eso es lo que hacemos!

Te dejamos tres formas diferentes para ser parte del cambio.

  1. 1

    ¿Por qué la comida es más que una comida?

    Cada día, 690 millones de personas no tienen lo suficiente para comer. Podemos trabajar juntos para combatir el hambre y garantizar el acceso a alimentos nutritivos para todas las personas, independientemente de dónde vivan.

    Saber más
  2. 2

    Dona

    Cada colaboración cuenta. Gracias a nuestro proyecto de Rescata la Infancia ayudamos a los niños y niñas que viven en los contextos más frágiles del mundo.

    Dona ahora
  3. 3

    Comparte en redes sociales

    Concienciar sobre el problema es vital. Ayuda a otras personas a conocer la causa y cómo podemos conseguir erradicarlo, juntos.

Saber más

Honduras

Honduras tiene una larga historia de agitación política y crimen organizado. San Pedro Sula, la segunda ciudad más grande de Honduras, tiene la mayor cantidad de asesinatos per cápita de todas las ciudades del mundo. Es muy peligroso, lo que lo hace una ubicación perfecta para uno de nuestros tres programas piloto. En nuestro proyecto de San Pedro Sula estamos creando espacios seguros para niños y adolescentes. Nuestros programas brindan oportunidades de aprendizaje, tanto educativas como vocacionales. También nos aseguramos de que los niños participen en clases que garanticen que conocen el valor de la educación y sus derechos.

  • La violencia de las bandas callejeras, las guerras de drogas y el trabajo infantil son comunes en muchos vecindarios.

  • Honduras es el país más pobre de América Latina.

  • Millones de hondureños han huido del país en los últimos años; de hecho, se considera que la llamada "caravana de migrantes" centroamericana comienzó en San Pedro Sula. Muchos de los que huyen son mujeres y niños que temen las violaciones, los secuestros y los asesinatos, y prefieren emprender un viaje largo y peligroso.

El 44%

de la población vive en extrema pobreza