¡Ah! Tienes que ver el dicurso que Ke Huy Quan ha dado en los Oscar! (prepara pañuelos para las lágrimas)

Ke Huy Quan ha protagonizado algunos de los mayores éxitos de taquilla de Hollywood.

Indiana Jones, Los Goonies, Loki y la última sensación de Hollywood, Todo a la vez en todas partes.

Al verle ganar, es difícil imaginarle de niño, aplastado en un barco, obligado a huir de su país, desesperado por encontrar seguridad y un lugar donde construirse un futuro.

Su conmovedor discurso de los Oscar empieza así...

"Mi viaje empezó en un barco.

Pasé un año en un campo de refugiados.

Y, de alguna manera, acabé aquí, en el mayor escenario de Hollywood.

Dicen que historias como ésta sólo ocurren en las películas.

No puedo creer que me esté pasando a mí.

Esto, ¡esto es el sueño americano!"

Mientras Ke Huy Quan subía al escenario para recoger su Oscar, unos 32,5 millones de refugiados** en todo el mundo buscaban su versión del "sueño americano".

Buscaban seguridad, un hogar y un lugar donde labrarse un futuro, sobre todo para sus hijos e hijas.

En 2022, ACNUR estimó que la población desplazada en el mundo había superado la barrera de los 100 millones de personas, lo que significa que más del 1,2% de la población mundial se ha visto obligada a abandonar sus hogares.

Ayer mismo, 11 de marzo de 2023, 1000 personas fueron rescatadas de embarcaciones y llevadas a la costa de dos puertos italianos.

Los personas refugiadas nos enseñan que el "sueño americano" tiene mucho menos que ver con la geografía y más con los lugares que ofrecen esperanza y oportunidades.

A medida que aumentan los conflictos, la inestabilidad política y el colapso económico en todo el mundo, este sueño se ha expandido más allá de las fronteras de Estados Unidos para incluir, el sueño "inglés, alemán, canadiense o australiano".

A la vez, en todas partes... pero con acceso a puestos de trabajo, asistencia sanitaria, educación, igualdad y comunidades pacíficas.

El "sueño americano" es una historia de Hollywood. Una historia de peligro, hazañas, desesperación, esperanza, creencia y una oportunidad entre un millón.

La cultura pop y Hollywood han promovido esta historia de superación y oportunidades durante mucho tiempo.

Para millones de niños y niñas que viven en lugares peligrosos, ver las películas supone la implantación en ellos de la semilla de la esperanza.

Lo vimos de primera mano en Honduras el año pasado.

Conocimos a niños y niñas de tan sólo ocho años que tomaron la insondable decisión de abandonar sus hogares y sus familias. Al amparo de la noche, se reunieron en el lugar designado para unirse a un tren de migrantes, solos, en busca de la frontera estadounidense y del "sueño americano".

Todos los niños que conocimos fueron devueltos.

Con el corazón roto, traumatizados y desesperanzados por su futuro.

No querían un Oscar, sólo una educación y la posibilidad de ganar dinero para enviar a casa y ayudar a sus familias.

Su determinación y sacrificio son incomprensibles y desgarradores.

Esto no es la infancia.

¿Existe ya el sueño americano de Key Hu Quan para los refugiados? No somos expertos, pero no cabe duda de que el mundo ha cambiado mucho desde que aquel niño se embarcó rumbo a Estados Unidos. Sabemos que la necesidad de seguridad y de un futuro definitivamente existe para millones de personas en todo el mundo.

Rescata la infancia trabaja en los lugares más peligrosos y difíciles del mundo. Lugares que la mayoría de la gente lamentablemente quiere abandonar, pero no puede.

Trabajamos para garantizar que los niños sobrevivan, las comunidades puedan empezar a recuperarse y un día, con suerte, juntos construyan un futuro seguro.

No muchas personas refugiadas consiguen un Oscar, pero juntos podemos trabajar para garantizar que los refugiados y los desplazados puedan tener dignidad, capacidad de acción y las herramientas para algún día construir un futuro mejor.